Solo cosas de locos que se creen cuerdos

Muchas veces me sentí a batido por mi propio suspiro, cansado con mis propios sueños, vacío con mi mente en un océano de angustia.

Acabé a los pies del trono de un naufrago, avergonzado de su destino,
Fui desterrado por mis ideales y me ahogué bajo luces de desquiciadas lágrimas.

Muchas veces pensé que las gaviotas podían caer al despegar sobre un diáfano campo y ser atrapadas por un dragón de fusiles.

Pensé que las marionetas no tenían vida y que éramos marionetas de nuestras propias vidas. En realidad, pensar así era lo mas triste.

Muchas veces sentí que algún día todo lo pensado seria olvidado, o más bien, seria destruido por lo que son los llamados sueños. Sueños que muchos no creen, sueños que muchos han negado, pero sueños que muchos (aunque, en realidad pocos) han seguido y se les ha hecho tan fácil como respirar.

Son utopías dicen por ahí, son incoherencias, son cosas de locos (piensan los cuerdos) pero no se han dado cuenta que estos locos han decidido seguir un destino diferente, han querido ser y no poseer, han querido escuchar y no sólo oír, han querido ser pocos pero buenos y han preferido vivir, antes que sobrevivir. Son aquellos que intentan ser diferentes o más bien dicho son los que intentamos ser diferentes, somos y no temo en decirlo, los que queremos una vida como nos merecemos, los que nos paramos una y mil veces después de las derrotas, somos los que queremos cambiar el destino de tantos que lloran por su suerte y somos los que dejamos de usar miradas vacías.
En fin, después de todo, me di cuenta sólo de una cosa, que debemos dejar hacer realidad a lo que jamás le hemos dado libertad, a nuestros propios sueños.