Nada

Por qué todos hablan como si creyeran tener razones?,
la razón no existe la inteligencia se la traga
y a veces la vomita cuando ya está fatigado
de sus arrogancias diciéndoles que es un bastarda
y que sus enmarañados conceptos son nada más
que una insolencia y grosería
que despierta deshonrroso el corazón del alma...

Solo cosas de locos que se creen cuerdos

Muchas veces me sentí a batido por mi propio suspiro, cansado con mis propios sueños, vacío con mi mente en un océano de angustia.

Acabé a los pies del trono de un naufrago, avergonzado de su destino,
Fui desterrado por mis ideales y me ahogué bajo luces de desquiciadas lágrimas.

Muchas veces pensé que las gaviotas podían caer al despegar sobre un diáfano campo y ser atrapadas por un dragón de fusiles.

Pensé que las marionetas no tenían vida y que éramos marionetas de nuestras propias vidas. En realidad, pensar así era lo mas triste.

Muchas veces sentí que algún día todo lo pensado seria olvidado, o más bien, seria destruido por lo que son los llamados sueños. Sueños que muchos no creen, sueños que muchos han negado, pero sueños que muchos (aunque, en realidad pocos) han seguido y se les ha hecho tan fácil como respirar.

Son utopías dicen por ahí, son incoherencias, son cosas de locos (piensan los cuerdos) pero no se han dado cuenta que estos locos han decidido seguir un destino diferente, han querido ser y no poseer, han querido escuchar y no sólo oír, han querido ser pocos pero buenos y han preferido vivir, antes que sobrevivir. Son aquellos que intentan ser diferentes o más bien dicho son los que intentamos ser diferentes, somos y no temo en decirlo, los que queremos una vida como nos merecemos, los que nos paramos una y mil veces después de las derrotas, somos los que queremos cambiar el destino de tantos que lloran por su suerte y somos los que dejamos de usar miradas vacías.
En fin, después de todo, me di cuenta sólo de una cosa, que debemos dejar hacer realidad a lo que jamás le hemos dado libertad, a nuestros propios sueños.

Como un cadaver in-exquisito

He pasado tantas veces frente a un cadáver viviente,
rodeado de seres indolentes, ciegos y escuálidos
como si sus sentidos estuviesen mutilados.

No comprendo la desavenencia de los hombres,
pues cuando quieres acercarte, un NO rotundo
te desmorona con una mirada vacía,
que te desconcierta y sientes
como si tus ojos se ahogaran en un mar
frío y oscuro como en una cueva sin salida alguna.

Frente a esto sentí sólo una cosa...
que la divinidad del hombre en el suelo
queda olvidado cuando ya eres parte del cielo.

Partidas tempranas

Y por qué tenemos que comprender ese espacio invisible
el espacio infinito al que caemos con tropiezos intencionados?.
El espacio sin fondo, sin murallas el que creemos conocer con agudeza, espacios que no llegaremos nunca, hasta el día en que sepamos es nuestro momento.

Los que quedamos fuera de él, pensamos, miramos e incluso enceguecimos ante los misterios y milagros vitales.

Somos gentes, no dioses inmunes, somos hombres y mujeres que con partidas y despedidas sin miradas concretas, nos desmoronamos y caemos de las estatuas construidas de sueños masacrados.

Somos poesía, lo que queremos ser , sin que la sombra nos ahogue con una mirada indescriptible.

Y finalmente partidas, las que nadie comprende ni quiere llegar a tal momento.

Partidas que para algunos son injustas y tempranas, aunque para el cielo es el momento justo y preciso para iniciar una partida.

Sabemos que estas aún ...

Cuando te recordamos es como si las nubes se recogieran y los rayos de luz aparecieran entre las lagrimas del día;
Cuando te recordamos sabemos que ya no está tu cuerpo envejecido y tu alma con almas surtidas;
Cuando te recordamos los cuerdos te lloran y los locos te confunden con un trozo de hambre y porfía;
Cuando te recordamos los horizontes se llenan de ti, y el sol se reproduce con un millón de rayos fortuitos;
Cuando te recordamos nos damos cuenta que los recuerdos no son más que ilusiones y tú estas siempre ... como si fuese ayer

Inevitable realidad

He visto realidades que estremecen,
he sido capas de oler, sentir y ver justicias trastocadas,
en ellos, en gentes y seres que no tienen más que obviar sus propias vidas.
Si supiera como olvidar y crear un muro en mi mente para olvidar estas vidas que caen desarticulados en mi camino.
Un camino en el que toco y aspiro tristeza y angustia.
En este lugar entran poderes, sueños, críticas y sobre todo promesas, que se las lleva ese cúmulo de agua que emerge entre las inevitables moradas, de quienes pernoctan en las pesadillas de la cruel vida que les tocó sobrevivir.
Quisiera decirles a todos aquellos que creen tener y ser dueños de las promesas que no olviden sus propias vidas, sus hogares y sus gentes, y sobre todo que no olviden que no son dioses, sino, simples mortales igual que ellos.